¿Qué diferencias hay entre el diagnóstico de Deterioro Cognitivo Leve y el de Demencia?

 

Cuando una persona comienza a tener problemas de memoria aparecen las dudas de si esos problemas son normales o pudieran ser consecuencia de algún problema neurológico.

En muchas ocasiones los profesionales que nos dedicamos a evaluar e intervenir en memoria nos encontramos pacientes con fallos cognitivos significativos que consideran que son normales por su edad avanzada. Siempre intentamos aclarar a nuestros pacientes y familiares de estos pacientes que, si los problemas de memoria son más frecuentes y más limitantes en su día a día que los que presentan las personas de su entorno de mismo nivel educativo y edad, claramente deben ser estudiados detenidamente.

Una vez que la persona decide ponerse en manos de un profesional adecuado y se realiza una valoración exhaustiva a nivel neurológico y neuropsicológico cabe la posibilidad de recibir como diagnóstico varios términos que a veces no son del todo comprensibles.

En este sentido existiría un continuo entre envejecimiento normal, deterioro cognitivo leve y demencia, tres términos utilizados frecuentemente y que a veces genera dudas respecto a lo que cada uno significa y su continuidad entre unos y otros.

Entendemos el rendimiento cognitivo a lo largo de los años como un continuo entre envejecimiento normal, deterioro cognitivo leve y demencia. Si bien el envejecimiento normal conduce a cambios a todos los niveles (cognitivos, morfológicos, fisiológicos, sensoriales, etc.), a nivel cognitivo los problemas de memoria que pudieran experimentarse al cumplir más años no deben incapacitar a la persona en su vida diaria.

Cuando la persona sufre un decremento en al menos dos áreas cognitivas respecto a la media (es decir, al compararlo con las puntuaciones obtenidas por personas de su misma edad y nivel educativo) se dirá que esa persona presenta un Deterioro Cognitivo Leve (DCL). Cuando una de esas áreas cognitivas afectadas es la disminución de su rendimiento en pruebas de memoria, este perfil amnésico según los estudios tiene mucha más probabilidad de evolucionar hacia una demencia en el futuro.

¿Y cuándo se diagnostica de demencia a alguien que previamente ha sido diagnosticado de DCL? Pues en este caso los criterios para pasar de un constructo a otro son más clínicos que estadísticos.  Cuando además de esta afectación en al menos dos áreas cognitivas, la persona comienza a experimental un decremento de su independencia en actividades instrumentales de la vida diaria, es decir, cuando comienza a tener problemas para manejar el dinero, hacer compras, gestionar su papeleo y asuntos bancarios, moverse con independencia en transportes públicos, manejar su medicación, planificar y organizar sus tareas, etc., es cuando la persona comenzaría ya a sufrir una demencia. Por tanto, es muy importante la información que la familia pueda aportar sobre el funcionamiento de la persona en su día a día para un correcto diagnóstico y seguimiento del paciente.

Es importante tener en cuenta que el cerebro requiere estimulación, actividad, enriquecimiento. Cuanto más rica sea la rutina diaria de una persona, más fortalecido se encontrará su cerebro de cara a un envejecimiento más saludable. Mantenerse activo con actividades cognitivas, físicas y sociales nos beneficiará de cara a una mejor calidad de vida en el futuro.

Raquel Gutiérrez Gilarranz

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