“El tratamiento con inhibidores de la colinesterasa enlentece el deterioro cognitivo en enfermos de Alzheimer”

La enfermedad de Alzheimer es actualmente la primera causa de demencia neurodegenerativa en el mundo. Si la prevalencia se mantiene en el tiempo, se espera que alcance una incidencia de 130 millones de personas en el año 2050. Estamos por tanto ante un reto sociosanitario muy importante ya que es la enfermedad que mayor discapacidad genera en la población española.

Durante el curso de la enfermedad la persona va perdiendo sus capacidades cognitivas, funcionales y sociales hasta el punto de pasar a depender totalmente de otra persona. Aunque no dispone de cura hoy en día, sí disponemos de tratamientos farmacológicos y no farmacológicos para retrasar el curso de la enfermedad y mejorar la calidad de vida del paciente y su familia.

En otros artículos nos hemos centrado en los tratamientos no farmacológicos disponibles para ralentizar el proceso. Hoy queremos hacer hincapié en el aspecto farmacológico, ya que su uso genera muchas dudas en las familias y porque hasta ahora hay pocos estudios longitudinales que demuestren su eficacia.

Actualmente son tres los fármacos utilizados para el tratamiento de la enfermedad: galantamina, donepezil y rivastigmina. Estos fármacos actúan como inhibidores de la colinesterasa potenciando funciones cognitivas como la memoria, la atención y la concentración. Según ha puesto de manifiesto un estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto Karolinska (Suecia) publicado en la revista ‘Neurology’, dichos fármacos han demostrado enlentecer el deterioro cognitivo de los pacientes con enfermedad de Alzheimer.

En dicho estudio, se ha llevado a cabo un seguimiento durante cinco años de 11.652 pacientes con enfermedad de Alzheimer tratados con inhibidores de la colinesterasa comparándolos con otro grupo control de 5.826 personas con dicha enfermedad que no eran tratados con estos fármacos. Los resultados mostraron que el tratamiento con inhibidores de la colinesterasa se asoció con un deterioro cognitivo más lento durante cinco años y un 27% menos de mortalidad en pacientes con enfermedad de Alzheimer en comparación con el grupo control. Además, encontraron que de los tres fármacos la galantamina demostró tener efectos más potentes en el mantenimiento de la cognición.

Fuentes:

[Neurology. 2021 Mar 19;10.1212/WNL.0000000000011832. doi: 10.1212/WNL.0000000000011832.]Xu H, Garcia-Ptacek S, Jönsson L, Anders W, Nordström P, Eriksdotter M

Raquel Gutiérrez Gilarranz. Neuropsicóloga de la Unidad de Memoria Entrenamiento Cerebral

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